Álava Suites, un lugar para conectar con los sentidos

septiembre 10, 2020

Foto: Silvia Gil Roldán

Deseaba estar ahí ya antes de visitarlo por primera vez y ahora que acabo de regresar ya estoy deseando volver. Me enamoré del lugar a través de las fotografías de Silvia Gil Roldán y de lo que ellas me transmitían. Y al llegar, la realidad fue aún mejor que la expectativa. Era tan bonito como en las fotos, pero además huele tan bien, sabe tan bien... que lo que fue flechazo a primera vista acabó siendo un amor para siempre. Recuerdo perfectamente cada sensación, entre ellas mi primera impresión al llegar a la suite 3, me empeñé en que tenía que ser esa y finalmente lo conseguí, aunque estoy segura de que todas las habitaciones son mágicas. Los amenities de Rituals y su increíble olor que inundaban la estancia y me  llevaba de paseo en mi cuerpo. Cada vez que los descubría en mi piel me trasladaban a mi suite en Álava  , en Lanzarote (qué fuerte, aún no les había dicho dónde estábamos, qué cabeza la mía), y ese aroma me hacía sentir algo especial. Hay lugares con los que conectas incluso antes de visitarlos. Me sorprendió el primer mensaje de María, ya una vez alojada (luego les hablaré de los contactos previos) preguntándome qué queríamos desayunar al día siguiente. Nos envió una carta para elegir, todo sonaba tan bien que no era nada fácil decidirse. Y cada tarde un nuevo whatsapp con nuevas sugerencias de desayuno para el día siguiente. Se convirtió en un ritual muy esperado, recibir el mensaje y elegir qué delicias tomaríamos por la mañana. Incluso a mí, que me encanta dormir, se me hacía llevadero poner el despertador, sabiendo que me llevaría a esos increíbles desayunos que María te narra con tanta emoción. No sólo te describe los ingredientes, sino que te habla de su procedencia (siempre producto local) e incluso te cuenta que el yogur está hecho con leche de cabra ordeñada a mano, que el trigo está molido a la antigua usanza, sin refinar, o que los huevos proceden de gallinas felices. Una parte mágica más de una experiencia completa e inolvidable. Además, todo estaba riquísimo. Me quedé con las ganas de probar el brunch, pero siempre hay que dejar algo para la próxima vez. Un brunch que, por cierto, está abierto también para quienes no se hospedan en el hotel. Como amante de la decoración, debo hablarles también del estilo del lugar. De formas cálidas y sencillas, cada mueble ha sido creado por ebanistas y carpinteros de la isla. Su silueta y sus colores se integran perfectamente en el paisaje de la zona. Acostada en esa cómoda tumbona tras un baño en la piscina, sentí por primera vez la desconexión total en mis vacaciones. Una sensación que estoy deseando repetir. Ah, no me puedo despedir sin hablarles de los mensajes de María, que se lo había adelantado antes. Cada llamada suya, cada audio o cada palabra te invitaba a ir a Alava Suites. Su voz dulce y siempre alegre, te decía que estaba emocionada y deseando que llegaras, sin ni siquiera conocerte aún. Realmente nos sentimos como en casa. Está claro que has heredado el gen de tus padres como anfitriones, María. Millones de gracias una vez más por hacernos disfrutar tanto en la hermosa isla de los Volcanes. 

Foto: Silvia Gil Roldán

Foto: Silvia Gil Roldán

Foto: Silvia Gil Roldán


Fotos: Silvia Gil Roldán

Foto: Silvia Gil Roldán
Foto: Silvia Gil Roldán
Foto: Silvia Gil Roldán

Aprovecho este post, ya se lo he dicho a ella por mensajes, para contarles que adoro la fotografía de Silvia, que su uso de la luz me parece mágico. Cada foto suya es un cuadro que desearía tener en casa. 

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