¿Y si volvemos a bailar bajo la lluvia?
marzo 12, 2015
Hubo un tiempo en que la lluvia era una celebración, un espectáculo gratuito. De niña me encantaba abrir bien los brazos, subir la cabeza mirando al cielo y mojarme bajo las nubes. Ese efecto de las gotas en mi cara lo recuerdo como una de las mayores sensaciones de felicidad. Pero crecí y de pronto pensaba más en que se me estropearía el pelo o me pillaría un resfriado. Viendo esta foto de César Russ deseé volver a ser niña. No sé de técnica fotográfica, ni puedo analizar su trabajo, pero sí contarles lo que me transmitieron esa imagen y otras nuchas que vi en su recién inaugurado showroom en Las Palmas de Gran Canaria.
Le conocí a través de un reportaje que Yasmina y David le hicieron para TVC y al día siguiente ya estaba visitándolo para ver las fotos y comprobar si alguna quería venirse conmigo a casa. Finalmente ha sido la imagen con la que comenzaba esta entrada. Ahora esa sensación estará conmigo todos los días. Cuando fui, tuve la suerte de que el autor estuviera allí y pudiera dedicarme unos minutos contándome anécdotas del momento en que captó esa instantánea. Con sus palabras casi fui capaz de trasladarme a The Crown Fountain en Chicago. Allí una niña miraba el agua con el deseo de jugar con ella y su padre, que en principio no se lo permitía -no iba vestida para la ocasión-, no pudo resistirse a esa carita. Mientras bailaba con las gotas, César capturó ese momento de felicidad para siempre. Si le visitan, en la plaza Cairasco 5, ojalá tengan el placer de conocerle.
Y una última anécdota que descubrí gracias a esa entrevista a Russ en la tele. Contaba que un día entró un hombre en su showroom de Chicago acompañado por fuertes medidas de seguridad. Se interesó por una fotografía suya del Lago Michigan y le dio una dirección para hacérsela llegar: ¡la de la Casa Blanca!. Resultó que se trataba de William Daley, entonces jefe de gabinete de Barack Obama. César Russ se convirtió de este modo en el único autor europeo que tiene una fotografía colgada en el mayor centro de poder político del mundo.
5 comentarios
Te has quedado, sin duda, con la mejor de todas.
ResponderEliminarYo también le dediqué un post a la lluvia http://anadelaserna.blogspot.com.es/2013/03/la-lluvia.html
Que bonito que pudieras conocer la historia de la foto de primera mano, porque como dices, ahora ese recuerdo y las sensaciones estarán contigo cada vez que la veas en tu casa! Me parecen todas muy bonitas, me encantan los primeros planos, donde se ve el comportamiento del agua al chocar con las manos! Chulísimas
ResponderEliminarDe verdad que no entiendo a los que les gusta la lluvia, y aún menos a los que les encanta calarse de lluvia. No mola nada eso de bañarse bajo la lluvia, te deja helado 🥶. Y además, la lluvia (aparte de ser ruidosa, molesta y te empape) es una mierda y jode planes y excursiones a diestro y siniestro.
ResponderEliminarEn resumen, que si os gusta la lluvia y mojaros bajo la lluvia no me fío un pelo de vosotros.
LLUVIA, ¡ GO HOME!
De verdad, yo creo que si os gusta calaros de lluvia necesitáis ir urgentemente a un manicomio para que vean que os pasa en la cabeza
ResponderEliminarDe verdad, yo creo que si os gusta calaros de lluvia necesitáis urgentemente ir a un manicomio para que vean que os pasa en la cabeza
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