No sé si existen los ángeles, pero si los hay seguro que se parecen bastante a mi querida Angie. Ella es de esas personas que pasan por tu vida para dejar huella. A Fernando lo conozco menos, pero si lo ha elegido seguro que estará en la lista de hombres especiales. De momento, alegre y divertido lo es un rato. Les hablo de ellos porque hace unos días dieron un sí quiero enorme a la vida, al amor, a la amistad... El enlace, oficiado por una amiga de la pareja, fue diferente, como lo son ellos. La decoración, ideada por la novia y ejecutada en parte por su madre, estaba inspirada en el mar y la playa. Así lo imaginó y deseó una amiga de Angie que ya no está y a la que prometió casarse este año, y allí estábamos todos para celebrarlo.