Al aire libre
enero 07, 2012
El domingo es un día ideal para descansar con un buen libro y una taza de té. Y todo ello me lleva a esta silla. Diseñada por Thomas Lee a principios de 1900 en Estados Unidos, la Adirondack es todo un icono del mobiliario de jardín. Nunca me he sentado en una de ellas, pero sí mi amiga Oly, que me ha pasado parte de estas fotos de su viaje a Canadá donde quedó prendada de esta silla que encontraba por todas partes. Dice que es comodísima. Además, sus amplios apoyabrazos hacen a la perfección de posavasos para dejar nuestra bebida y pueden venir acompañadas de reposapiés. ¿Se le puede pedir más a una silla?
Quizás sea porque Lee la inventó junto al lago Champlain estando de vacaciones, pero así me la imagino yo. Al aire libre y en plena naturaleza.
Generalmente son de madera y en su mayoría de color blanco, pero cada vez más las realizan de distintos materiales y diferentes colores como vemos en las fotos. Dificil elección.
12 comentarios
Me encanta esta silla!! En Estados Unidos están en todas partes. Yo solo la he visto en blanco, pero las grises que nos muestras son ideales!
ResponderEliminarpues si que parecen comodas !!! me gustan todas , pero creo que me quedo con la madera es el material que mas me gusta para el jardin ...
ResponderEliminarMe encantan estas sillas...Lexintong las utiliza mucho en sus campañas de verano. Son cómodisimas y lo mismo las ves junto al mar que en plena montaña.
ResponderEliminarPreciosas imágenes...
Besos
Chiqui
Me encanta cómo quedan las sillas de colores en espacios naturales, le dan un aire de cuento, gracias por las fotos y los diseños
ResponderEliminarViendo estas imágenes está claro que no se necesita tanta combinación de acero inoxidable con cuero, pvc, etc. Y tantas otras mezclas de materiales diversos que se llegan a ver en un mismo mueble y que en la mayoría de los casos encarecen su precio final.
ResponderEliminarVarias tablas de la misma madera, genialidad en la forma de concebir opciones posturales cuando una persona se recuesta descansa sobre un asiento y...listo!
Pero hay que tener esa genialidad, claro
Por la inclinación que tiene el asiento con respecto al espaldar adivinanzas muy cómodas. Y quedan estupendas en cualquier tono de color que celeste, ya que su diseño es muy decorativo.
Es evidente que estamos ante otro caso de creatividad atemporal. Estás silla diseñada a principios de 1900 tiene todos los visos desert un formato de mueble que siempre estará presente en el ámbito decorativo del mobiliario de exterior.
Enhorabuena por el post y sobre todo, enhorabuena a su creador. Thomas Lee, por legarnos tan acertado mueble.
Por simple curiosidad he estado indagando en los orígenes de este singular mueble ya que no ha sido la primera vez que lo he visto.
ResponderEliminarLa primera vez fue en una película y desde entonces me llamó la atención, por eso he querido saber algo más y lo publico aquí.
La silla Adirondack lleva el nombre de unas montañas y en su diseño original presentaba menos tablas que las que vemos en estas fotografías; pero siempre ha tenido el soporte del asiento combinado con las patas traseras.
Su prototipo original es una derivación de la silla de tablones Westsport, Nueva York. Pero su diseño es de Thomas Lee un acaudalado diseñador que no tuvo interés en su patente y que ofreció el diseño a un carpintero local que la patentó con el simple nombre nombre de "silla" pero sin hacer mención al gentilicio que ahora tiene.
Enhorabuena por el post
Dicen por ahí que la silla Adirondack se creó para disfrutar de los paisajes y tal vez tengan toda la razón porque no hay una foto donde no se le represente con un paisaje frente a ellas.
ResponderEliminarLa posición que se adquiere al acomodarte en una de ellas es de ni demasiado recostado ni demasiado sentado, con lo cual puedes disfrutar de una postura muy relajada y a la vez contemplar con todo lujo de detalles el escenario que tengas delante.
Se ha convertido en un todo un icono del mueble La puedes ver en innumerables revistas, fotografías y películas. Es todo un clásico del diseño mobiliario de Norteamérica y precisamente es por la sencillez de su diseño por lo que se ha convertido en un mueble atemporal.
Es curioso que antes solo se fabricara en madera de abeto. Puede que por ello los antiguos usuarios hayan disfrutado mucho más de ella que los de hoy día, que la disfrutan como asiento de plástico inyectado.
No sé si esta silla se fabricó en la etapa Art Déco, pero no acabo de ver que su diseño pertenezca a los diseños de este movimiento artístico, principalmente porque en el mueble Art Déco es un distintivo la mezcla de diversos materiales y formas lobulares más evidentes.
ResponderEliminarBien es cierto que puede recordarlo un poco en el diseño, donde especialmente la parte alta del espaldar tiene una forma de cabezal hecho tipo hojas de palmera (tablas que van más finas desde abajo y se ensanchan ampliándose) que acaban en un borde redondo desde la nuca hasta donde reposan los hombros.
Existen muchísimos elementos decorativos que son llamados a ser contemporáneos de este estilo, sin serlo realmente. También se ha dado el caso de muchos objetos que han adquirido fama de pertenecer a ese movimiento y solo por eso se han convertido en iconos de ello.
Por eso me gustaría lanzar la pregunta si alguien me la puede contestar: ¿Es realmente como muchos dicen una silla de estilo Art Déco?
Gracias. ¡Enhorabuena por el post!
Aparte del bonito diseño que tiene, la madera le da un encanto especial a este tipo de silla. Por alguna extraña razón parece más silla cuando es de madera que cuando la imaginas de plástico, independiente mente de los colores, claro, ya que es vistosa con cualquiera de ellos.
ResponderEliminarEn algunos sitios tienen hasta diez colores diferentes para que puedas elegir y en todos se le ve con un encanto especial.
Sus anchos apoyabrazos son muy confortables y su asiento bajo y profundo promete comodidad nada más verla. Eso sí, si la prefieres de madera tendrás que pagar más dinero por ella, ya que son más caras que las de plástico, pero también pagas estabilidad, a parte de que el plástico no es transpirable. Su precio ronda entre los 86 y los 300 euros.
En muchos lugares se le conoce como silla de jardín simplemente y otros aseguran que es una silla especialmente fabricada para disfrutar de los paisajes.
Sin duda una buena manera de decorar tu hogar !!
ResponderEliminarPoco a poco ya vamos teniendo la suerte de no necesitar viajar tan lejos para ver la Adirondack. Personalmente desde que la conocí. O mejor dicho: Desde que me dijeron que este diseño de silla tenía ese nombre, he estado perceptivo a distinguirla de las demás y os puedo asegurar de que se vé con mucha más frecuencia de lo que parece, ya que existen multitud de versiones de ella en otros materiales, pero siempre imitando ese diseño tan particular que tiene.
ResponderEliminarEso sí: Yo soy el primero en reconocer que si no es de madera no tienes esa sensación de originalidad ni al verla, ni al sentarte en ella por supuesto.
Este post también me ha servido para conocer un poco de sus orígenes ya que no tenía ni idea, pues no soy decorador. Me ha parecido realmente significativo que el auténtico artífice de su patente fuera precisamente el carpintero al que la cedió su creador.
Por muy acaudalado que estuviera este último, seguro que si llega a saber la gran trascendencia que tiene la silla, hace él mismo toda la gestión y a toda prisa. Son cosas que tiene la vida...
¡Muy buen contenido!
ResponderEliminarLa verdad es que es una idea fantástica para jardines y lugares para descansar al aire libre, ¡Los de colores son muy bonitos!