Cuando mi amiga Bea me envió el enlace de este hotel me dijo que me gustaría, pero ha sido mucho más que eso. El flechazo fue instantáneo. Es curioso cómo sin haber estado nunca en un lugar, puedes ser capaz de sentir su magia. No he estado en La Rioja, ni en Casa Josephine en mi vida, pero ya sé que este hotel rural es uno de mis lugares preferidos en el mundo. Puede resultar una locura sin haber estado allí, pero una locura que me encanta. Les invito a pasar, quién sabe, quizás sientan algo parecido al recorrer sus estancias.

¿Van sintiendo la magia? Esta casa familiar de finales del XIX es más que un hotel rural, Casa Josephine es también un estilo de vida: estudio de decoración y arquitectura, tienda online, cursos y talleres, y vino propio.