La primera vez que visité esta casa me enamoró. Ahora ha cambiado mucho, la han reformado recientemente, pero me sigue enamorando. El buen gusto innato de su propietaria en todo (ropa, calzado, peinado...) se traslada también a su casa. Un hogar en el que la luz cobra una gran importancia. A sus dueños les encantan los rayos del sol y quieren atraparlos en su hogar, por eso inundan todas las estancias de la casa, desde la cocina, dedicándoles espectaculares amaneceres y dulces puestas de sol, hasta el salón. Un salón, por cierto, en el que bien podría celebrarse un baile a la antigua usanza. Para que se hagan una idea, en él cabe una alfombra de dieciséis metros cuadrados bajo un sillón de casi cuatro. Una casa en la que predominan el blanco y el gris y en la que destaca un rincón especial, el rincón favorito de mi amiga presidido por una Bourgie, una lámpara de diseño italiano que le apasiona.


Y aquí tenemos un primer plano de la famosa Bourgie, que ilumina este delicioso rincón dedicado a la lectura y adornado con flores frescas y una foto de mi guapísima amiga.


Una cocina llena de luz, con isla y zona de comedor incluida. No sé a ustedes, pero a mí se me han puesto los dientes muy largos. Sus dimensiones son el sueño de muchos, incluida yo misma. Y además, mi flor preferida se da de escándalo en este lugar. No me extraña, hasta yo querría vivir en él.


'Vintage Bakery by La Cámera', así se llama su rincón repostero. Con un aire tipo años 50, su estilo retro aporta un punto romántico, clave en la cocina.

La zona de comedor incluida en la cocina destaca por su exquisita sencillez. ¿No les encanta el papel pintado? Ya estoy dispuesta para sentarme a comer.